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domingo, 2 de marzo de 2014

Dos meses

Hoy voy a ser sincera, voy a escribir todo lo que necesito escribir. No voy a pintar las cosas con la valentía y el buen humor de siempre, las cosas no son así, un blog creo que tiene ser sincero y no decir las típicas cosas que se dicen en las películas. (Si veis que es muy depresivo podéis dejarlo de leer, no problema)

No soy valiente,nada, únicamente tengo la intención de serlo pero nunca llego a atreverme. Me es muy difícil pasar página, olvidarme de todo lo que me ha pasado. Si al menos hubiese pasado algo malo, algo que me hubiese hecho decir "baah... no vale la pena" pero es que por más que busco no lo encuentro.
Siempre tengo un nudo en la garganta que me impide hablar e incluso actuar, no soy la que era, ahora mismo me siento como una falsa, yo soy esa chica que muestra sus sentimientos con la expresión, no puedo evitarlo pero ahora mismo en lo único que me esfuerzo de verdad es en no mostrarlos. Finjo cada cosa que hago, mis miradas, mis sonrisas, mis palabras e incluso mi felicidad.
Hemos pasado de un extremo al otro, de no poder separarnos a ni mirarnos, en el fondo se que es por mi culpa, soy yo quien ni le mira pero como os he dicho antes este nudo en la garganta es lo peor que le puede pasar a una persona.
Ojalá existiera esa famosa máquina de viaje al pasado, le pido a Dios todos los días que me la regale, que la necesito para arreglar todo, se en todo lo que he fallado y me encantaría corregirlo pero ahora se me hace todo muy imposible viendo que no tengo oportunidad alguna.

Cada vez que salgo con mis amigos siento que sobro, que yo no pinto nada en esos sitio ni en esas conversaciones y es duro ¿sabéis?, estar con personas 10 horas al día y sentirte como un extraño de marte es como no encontrarle sentido a nada. Ellos se están esforzando mucho en verme sonreír y se supone que tendría que estar feliz porque son los mejores amigos del mundo y tal, pero por eso finjo, no puedo derrumbarme delante de ellos y que me vean llorar, ellos también lo pasan mal cuando me ven y solo ahí, en esos momentos cuanto más ganas de llorar tengo es cuando soy fuerte, cuando me comporto como una persona normal estando por dentro hecha polvo.

Me han dado mil consejos, estoy harta de escuchar tantos mundos felices entre las personas, no todas las cosas son de color de rosa y muchas de ellas son duras y dolorosas, claro que se superan estoy convencida de eso pero por eso no es todo de color de rosa, porque superarlas es una de las cosas más difíciles que se hace.